Mi primera semana con Mac OS X 10.6.1 Snow Leopard

Me decidí a instalar Mac OS X 10.6 Snow Leopard durante el partido de Chile contra Venezuela por las eliminatorias para el mundial de Sudáfrica, el sábado pasado. De a poco había ido ordenando mis datos para hacerlo con tiempo y en una instalación limpia, quizá por la costumbre de formatear sin piedad que traigo desde Windows, pero esa noche la emoción estaba a cien y Chile ganaba uno a cero, así que tanta adrenalina futbolera me hizo decidirme a una actualización desde Leopard sin pensarlo mucho. No tenía discos DVD de doble capa como para grabar la imagen, así que busqué más opciones.

Al final terminé instalando Snow Leopard desde mi disco duro externo, volcando la imagen en el disco USB fácilmente con la Utilidad de Discos. Esto se hace yendo a la Utilidad de Discos desde Spotlight, y conectando la unidad externa. Allí elijan dicho disco, y vayan a ‘borrar‘ para formatear el disco con Mac OS Plus (con registro). Una vez borrado, monten la imagen de Snow Leopard para poder verla en la utilidad, y vayan a ‘restaurar‘. Allí elijan como origen la dmg del sistema operativo (pueden arrastrar) y como destino el disco duro recién formateado, y hacen clic en ‘restaurar‘. Unos minutos después tendrán su disco de Snow Leopard como si lo hubieran grabado en un DVD.

Con todo listo, reinicien su Mac y al momento de aparecer la ventana gris presionen la tecla ⌥ y manténganla hasta que aparezca en pantalla un menú donde pueden elegir el disco de arranque del sistema. Aparecerá su disco duro externo con la imagen de Snow Leopard volcada, así que escójanlo. En unos dos minutos tendrán a disposición el programa de instalación, y en dos minutos más ya estarán instalando.

En total se habrá demorado unos 35 minutos, mientras la adrenalina del inicio del partido se volvió rabia cuando Venezuela metió dos goles y puso cuesta arriba la pega en un Monumental que se ahogaba bajo la lluvia. Se me enfrió la mente y dudé de lo que hice al actualizar sin formatear, pero ya estaba hecho. Terminó el primer tiempo, y mi equipo se reinició para mostrarme Snow Leopard por primera vez.

Tardó lo mismo en arrancar que cuando tenía Leopard, y vi el mismo fondo de pantalla que tenia antes… básicamente todo seguía igual. Una de mis primeras tareas cada vez que enciendo el Mac es abrir Adium, Mail y Safari así, los tres a la vez. Hice esto con Snow Leopard y noté de inmediato la primera -y me imagino que gran- diferencia: no demoró nada. Tenían razón en Cupertino cuando decían que la reforma al núcleo de Leopard (que se supone ascendió al 80% del código original) haría que la agilidad del felino de las nieves fuera asombrosa.

Comenzó el segundo tiempo y ya poco me importó el partido; Mac OS X se llevó mi atención haciendo lo mismo que antes, pero más rápido. Otra cosa que me llamó la atención casi de plano era que los colores se veían más vivos con el mismo brillo de antes; luego me enteré de que el gamma promedio que usaba Apple era más bajo, y se adecuó con Snow Leopard al 2.2 que ocupan otros sistemas operativos, como Windows. La verdad es que se ve mucho más vistoso todo, así que otro punto positivo. Lo que no entiendo es por qué tardó tanto Apple en adecuarse a un estándar… bueno, ¿quién entiende a Apple?

Las aplicaciones instaladas se mantuvieron en su lugar (la verdad es que todo se mantuvo en su lugar) y me tenía un poco nervioso saber si seguirían funcionando, así que me puse a jugar con varias a la vez. Fuera del asombro continuo de la rapidez del sistema, me di cuenta de que todo estaba en orden: ninguna aplicación dejó de funcionar con la actualización. Seguía sumando puntos buenos.

Me fue de plano positivo saber que con Snow Leopard gané 7 GB de espacio en disco duro, pero me causó extrañeza ver que mi disco duro se había agrandado unos GB luego de actualizar… muy raro, la verdad. Busqué en internet y me enteré de que a Apple le dio por mostrar los GB de espacio con la misma trampa que los fabricantes de discos duros y memorias de todo tipo: 1 GB es igual a 1.000.000 de bytes. O sea, la regla de los 1024 se va al infierno con Apple sólo para mostrar más espacio que en realidad no existe… de dudoso gusto, por decir lo menos. Espero que con las actualizaciones del sistema se arregle este despropósito.

El partido se terminó empatado, el día se terminó pocas horas después y la semana ya se acaba también; ha habido poco tiempo para más, y Snow Leopard aún no ha rugido por completo. Apple ya lanzó la actualización 10.6.1 del sistema que arreglaba algunos detalles (si no la han bajado, búsquenla en las actualizaciones de software) y hasta ahora todo me anda de perillas. Mi MacBook cobró nueva vida luego de la actualización, y me imagino que todos los que ya usan el sistema habrán notado lo mismo. Espero que me dejen sus comentarios acerca de lo que han vivido, y pasen por el foro de ChilenoMac para registrarse y escribir allí sus opiniones en el hilo dispuesto para ello.

Y si no se han animado a instalar… este es el momento 😉

Saludos a todos, y disfruten de sus Mac 😀