Un mundo lleno de manzanas

Las minorías siempre son buenas para ‘llevar la contra’ y armar controversias en torno a los beneficios de los colectivos de los que forman parte. Ejemplos hay por montones y en todos los ámbitos: desde los equipos de fútbol hasta estilos musicales, pasando hasta por formas de como llevar el pelo; el entusiasmo en todas estas cosas es uno de los combustibles más efectivos para mantener vivas las ideas. La computación no se queda atrás en esto, y nosotros los maqueros somos uno de los grupos más rabiosamente entusiastas y ocurrentes del lugar (igualados sólo por los primos de Linux). El objetivo común es informar al mundo lo que se está perdiendo al usar otras plataformas… formas hay muchas, y se usan todas.

Pero, más que el antedicho, el objetivo final (algo así como el sueño, la visión) sería que todos usaran Mac, siguiendo con nosotros los manzanófilos. La pregunta cae entonces de cajón, poniéndonos en ese plano: ¿se imaginan un mundo lleno de Mac, en reemplazo de como lo es ahora, lleno de Windows? Todas las aspiraciones de entusiasta y gratuita promoción que hacemos de nuestros equipos se vería de pronto hecha realidad mirando a todos lados y viendo… ordenadores Mac por todas partes. La gente ya no pensaría en pantallazos azules, los virus serían una cosa que nadie conocería, y todo sería más fácil y maravilloso. ¿O no?

Jugar con una realidad cambiada es entretenido, pero dimensionar las miles de implicancias que tendría este cambio no me da ni para escribirlo en treinta artículos. Por ejemplo, una cosa que se nos acabaría es esa divertida exclusividad que aún tenemos y, prejuicios fuera, nos gusta y nos motiva. Apple supo convertir a sus consumidores en fans (algo que muchos otros envidian) y tener a un 90% de los usuarios de tecnologías de la información como fans… dejaría de tener encanto, y hasta sería un poco insoportable, incluso hereje teniendo en cuenta que la cantidad de practicantes de la Stevología sería abrumadora.

De hecho, nuestro ideal de lucha se vería anulado porque no habría razón alguna para tanto fanatismo. Total, ¿para qué llevar con dedicación y trabajo la bandera de Mac si todo el mundo ya lo está usando? De ser un colectivo cool, diferente y con el poder de tener entre manos algo realmente bueno pasaríamos a ser la norma, la aburrida norma, y quizá el resto de los colectivos animosos y pequeños armarían alboroto buscando en nosotros los defectos que nos harían indignos de la enorme cantidad de usuarios que tendríamos. Por muy difícil que eso último sea, es algo posible… total, no serían pocos los dedos dispuestos a hacer fallar un Mac, y tampoco serían pocas las bocas listas para hablar de lo malos y pecaminosos que somos.

De disfrutar de una equilibrada dieta de manzanas, pasaríamos a estar intoxicados con ellas hasta el hartazgo. Me imagino que un mundo lleno de pingüinos linuxeros sería parecido al fin y al cabo; después de todo, además de la calidad y las ventajas comparativas de una cosa sobre otra que vemos los fanáticos de una y otra cosa, ser menos será siempre un aliciente para mejorar lo nuestro, mostrarlo al resto y comparar lo que tenemos con lo que los demás tienen para hacerles ver lo que se pierden, como decía más arriba.

Luchamos por aumentar nuestra cuota de mercado como nuestros primos de Linux luchan por ampliar la suya; fundamentalismos baratos fuera, es lo que ambos grupos quisiéramos para un futuro cercano. Sacando de la discusión lo que vaya a pasar y los factores de una y otra parte que pudieran tener que ver con el resultado, ¿se imaginan un mundo lleno de manzanas? ¿O un mundo lleno de pingüinos, si el que lee es un usuario de Linux? ¿Sería todo tan perfecto?